Trabajo contigo desde la idea inicial hasta el último detalle para crear algo que no solo te quede bien, sino que te represente. Cada pieza es única, con acabados cuidados, cortes personalizados y telas elegidas para ti.
Tu vestido de novia no debe parecerse a ningún otro. Quiero que sea un reflejo auténtico de ti, sin artificios ni excesos. Empezamos por conversar, entender lo que te hace sentir cómoda y lo que imaginas para ese día. Te acompaño en cada decisión: forma, tela y detalles.
Trabajo con cortes definidos, tejidos con movimiento y acabados que destacan sin necesidad de exagerar. Quiero que brilles sin sentirte disfrazada. Analizo el tipo de evento, el lugar y tus preferencias para crear una prenda que se adapte a ti desde el primer momento.
Ser invitada no significa pasar desapercibida ni usar lo de siempre. Diseño vestidos pensados para que te sientas bien durante toda la celebración. Priorizo la caída del tejido, el ajuste a tu cuerpo y un diseño equilibrado entre presencia y funcionalidad. No repito ningún modelo.